Y me pregunté: Qué se esconde en medio de la brisa y el sol, con infinita curiosidad, me recosté y observé cada particularidad de mi palma. Nunca antes me lo planteé, huele a insensatez, pero con decoraciones armónicas y poéticas.
"Y de tanto husmear sobre las curvas de aquellas palabras, al fín comprendí en que extremos paseaba". -Más y más desgastada se hallaba aquel entristecido lápiz corto. No tiene sentido escribir si tú no eres el protagonista.